PROCESO ESKU ARGI: HERRAMIENTA PARA EL DESARROLLO COMUNITARIO INCLUSIVO DESDE LA ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA EN MUNGIALDEA, BIZKAIA

 

A lo largo de los últimos cuatro años, con el título de Esku Argi: una herramienta para el desarrollo comunitario inclusivo desde la ESS, en dos fases y con la financiación de la Diputación Foral de Bizkaia, se han venido desarrollando en Mungialdea distintas actividades y procesos que responden a la necesidad de trabajar desde la educación transformadora elementos temáticos que aportan a caminar hacia una situación en la que la justicia social sea real y duradera.

 

El desarrollo comunitario inclusivo como clave y base de actuación

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Partimos de la consideración de que promover el desarrollo comunitario es contribuir a crear una comunidad inclusiva, unida e integrada que busque la justicia social y la igualdad de oportunidades. Para ello, se hace necesaria una visión constructivista y dinámica de la comunidad.  

Entender la comunidad como un proceso que construimos, no como un elemento que nos viene dado, sino con capacidad de cambio y mejora, nos da la posibilidad de creer en las capacidades y el poder que tenemos las personas y colectivos para contribuir a revertir las consecuencias del sistema en que estamos inmersos y así empoderarnos de forma colectiva.de oportunidades. Para ello, se hace necesaria una visión constructivista y dinámica de la comunidad. 

Enfocar la comunidad como “proceso” implica articular metodologías que permitan a las personas miembro de la misma ser los y las verdaderas protagonistas y diseñadoras de su futuro, de sus mejoras sociales y también de contribuir a erradicar los procesos de desigualdad social y económica existente. Es por ello que, para promover un desarrollo comunitario inclusivo, se hace necesario que este proceso de transformación social vaya de la mano de una participación de las personas y agentes que conforman la comunidad así, desde la concepción constructivista de la comunidad y el reconocimiento estratégico de la participación comunitaria, es posible repensar el sentido de comunidad ya no como objeto de una intervención, sino como sujeto de la misma, propiciándose el paso de “intervención” a “cogestión”.

 

Líneas estratégicas del proceso Esku Argi II

Desde la base anterior y partiendo de las claves, aprendizajes y alianzas identificadas y promovidas de manera participativa en el desarrollo de una primera fase de Esku Argi (2016-2018), la fase II ha tenido por objetivo continuar con la profundización participativa y colaborativa en torno al desarrollo comunitario inclusivo y sus distintas dimensiones. Así, se ha hecho posible tanto la práctica como la reflexión en torno a cómo promover en el entorno local que nos ocupa y del que somos un agente social más, Mungialdea, herramientas y procesos de articulación que contribuyan a la construcción de una comunidad inclusiva a través de:

 

·        Fomentar iniciativas y prácticas que contribuyen a la sostenibilidad económica, ecológica y social en clave inclusiva y de equidad de género.

·        Fortalecer las capacidades locales.

·        Generar, articular y apoyar procesos de participación comunitaria.

·        Contribuir al fortalecimiento institucional de las organizaciones sociales.

·        Favorecer la interlocución y el intercambio de conocimiento entre organizaciones locales y organizaciones del Sur global.

 

Es por ello que, esta segunda fase del proceso Esku Argi ha contemplado las siguientes líneas de actuación:

 

1.       Profundización ecológica y reciclaje de saberes en torno al desarrollo comunitario inclusivo.

2.       Diseño y desarrollo de un proceso participativo de sostenibilidad ambiental: Aportes desde el movimiento En Transición a la construcción de comunidades inclusivas.

3.       Diseño y desarrollo de una formación online gratuita: Elementos para la construcción de comunidades inclusivas desde el desarrollo humano local.

4.       Organización participada de actividades de incidencia y participación en espacios multiagente de sensibilización en Mungia.

 

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"La participación y el desarrollo comunitario constituyen un binomio imprescindible para impulsar prácticas transformadoras que integren la inclusión social de todas las personas. En un mundo caracterizado por el individualismo, es justo que las personas ya no solamente sientan que forman parte de una comunidad en la que sus opiniones son tenidas en cuenta a la hora de la toma de decisiones, sino que, además, tienen voz y derecho a decidir sobre todo lo que pueda afectar a sus vidas y su entorno. La participación es una necesidad y un derecho y ha de ser adaptada a la persona participante dependiendo de su grado de involucración y sus conocimientos, así como a sus circunstancias y proyectos.”

-Sistematización de claves y aprendizajes formación online-

 

 

Aportes desde el movimiento en Transición a la construcción de comunidades inclusivas, proceso participativo

Como comentábamos, el desarrollo de un proceso participativo en el marco de la sostenibilidad ambiental desde un enfoque de derechos humanos y en clave inclusiva y de equidad de género, ha constituido una de las cuatro líneas de actuación del proceso Esku Argi II.

Este proceso participativo desarrollado en Mungialdea bajo el título de Aportes desde el movimiento En Transición a la construcción de comunidades inclusivas ha sido planteado como un aprendizaje vivencial desde la educación popular, basado en el fomento de la construcción y el desarrollo de experiencias comunitarias, en la integración de lo teórico, lo práctico, lo emocional y lo relacional y en el conocimiento y la creatividad colectiva de personas y agentes diversos. Todo ello con una intencionalidad política, orientada a la acción, que contribuya a potenciar una nueva relación entre los agentes, las personas e instituciones que conforman una comunidad.

 

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Este proceso ha sido liderado por Emáus Fundación Social (desde la colaboración entre el área de educación para la transformación social y comunicación y el programa Bitartean de Gamiz-Fika) y la asociación mungiarra Butroi Bizirik en Transición, con el apoyo, colaboración  y participación de otras organizaciones, asociaciones e instituciones locales.

De esta manera, el proceso participativo ha resultado ser una primera aproximación a la construcción comunitaria desde la transformación social y la inclusión de todas las personas. La participación de los distintos agentes sociales tanto en la identificación como en el diseño y desarrollo de actividades ha posibilitado el desarrollo de una experiencia real de articulación participativa y con una diversidad de agentes que, desde la educación popular, ha compaginado en su implementación tanto la reflexión como el desarrollo de distintas actividades enmarcadas en la sostenibilidad ambiental y la inclusión social como líneas de trabajo para la promoción de una comunidad inclusiva en Mungialdea.

Algunas lecciones aprendidas en el marco del desarrollo del proceso participativo:

1.       Una visión transformadora de la sostenibilidad ambiental nos invoca a fijar como eje de trabajo el paradigma de la sostenibilidad ambiental y de la vida. El poner la vida en el centro nos lleva a una ética de cuidado, de cuidado de la vida: de la vida propia, la de las personas con las que compartimos (afectivo, social, político…), por extensión, la de otras personas y pueblos, con especial incidencia en aquellos oprimidos y, finalmente, la de la naturaleza en sí misma.

2.       Para que un proceso de este tipo pueda alcanzar sus resultados y tenga una incidencia positiva en clave de transformación social resulta clave diseñar y desarrollar el mismo desde la articulación de un grupo motor en el que se integren distintos agentes sociales y educativos comprometidos con la transformación social en el ámbito comunitario e identificados con la sostenibilidad ambiental, la inclusión emancipadora, la participación comunitaria y la igualdad de género.

3.       A la hora de diseñar el proceso y las acciones que lo componen se hace necesario tener como objetivo que éste se ajuste a las necesidades de los actores directos e indirectos del proceso. Esta identificación de los distintos actores con el objetivo del proceso y con las acciones desarrolladas en el marco del mismo contribuye a la apropiación por parte de los distintos agentes de los objetivos del proceso, así como de sus logros, sinergias y oportunidades.

4.       Toda experiencia y aprendizaje derivado de un proceso participativo desarrollado desde la educación popular posibilita la identificación de unas capacidades individuales y de unos aprendizajes colectivos que pueden devenir en la apertura de nuevas alternativas para generar una nueva práctica más rica y eficaz. 

5.       Es importante potenciar la identidad colectiva de los agentes participantes como promotores de la iniciativa. La identidad colectiva supone auto-reconocerse y nombrarse comunidad, además de funcionar desde parámetros de reciprocidad. Las identidades individuales y colectivas son dinámicas y se retroalimentan.

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