Un caso real de simbiosis industrial, economía circular e innovación en Gipuzkoa
Hace exactamente un año, se lanzó un innovador proyecto piloto europeo llamado CSERVEES basado en la simbiosis industrial y la economía circular entre un productor de lavadoras y televisiones, Arçelik y su filial en España (Beko), Emaús Fundación Social y otros socios nacionales e internacionales. El proyecto propone un modelo para que cualquier empresa o negocio usuario de este tipo de aparatos, pueda minimizar su impacto medioambiental y al mismo tiempo, generar “empleo verde” para personas en riesgo de exclusión. Se inició con la demostración de este servicio circular centrado en la producción, distribución y el uso más verde de las lavadoras con la colaboración de la Fundación Matía y, hoy en día, se ha expandido a las televisiones.
Desde el pasado 1 de marzo ha entrado en vigor en la Unión Europea el “Derecho a reparar”, que no es otra cosa que obligar a las empresas a que los electrodomésticos puedan ser reparados durante, al menos, 10 años desde la fecha de compra. Esta normativa se ha visto influida por Right to Repare, una plataforma que han hecho presión en favor de esta imposición. Esta medida está en vigor actualmente y ha sido aprobada con la intención de "reducir la huella ambiental de los productos manufacturados haciéndolos más duraderos y energéticamente eficientes.
Pero la realidad es que muchos productos no se pueden reparar porque han sido diseñados y fabricados desde el paradigma de la economía lineal, es decir, para ser comprados, usados, tirados y volver así nuevamente a comprar uno nuevo. De ahí que una cantidad ingente de productos, entre ellos y por citar algunos, los electrodomésticos, bombillas, aparatos electrónicos, etcétera, tienen unas expectativas de vida muy cortas.
En ese contexto, se desarrolla el proyecto europeo CSERVEES, que permite demostrar que con una correcta coordinación entre distintos agentes, es posible alargar el ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos. El productor de lavadoras y televisiones, en este caso Arçelik (Beko), produce aparatos con criterios de ecodiseño, más eficientes, con materiales reciclados…etc. y los instala en una organización que utiliza de forma intensiva estos aparatos, en el caso de este proyecto piloto, los centros de Fundación Matía. En lugar de comprarlos, utiliza un modelo de renting que conduce a un modelo de servitización, esto es, se trata de dejar de ser un mero vendedor de productos, para convertirse en una empresa que ofrece servicios a posteriori sobre dicho producto, como el mantenimiento y las reparaciones.
A medida que pasa el tiempo, Emaús los repara y re-acondiona de forma que sigan siendo utilizados por la propia Fundación Matía o comprados por un usuario final en las tiendas de segunda mano de Emaús. De esta manera, alargamos al máximo el ciclo de vida del producto y al mismo tiempo, generamos empleo y damos formación técnica especializada a personas en riesgo de exclusión. Asimismo, cuando no se puedan recuperar, Emaús derivará este aparato a un gestor final que reciclará al máximo los materiales de los que está hecho.
Esta es una fórmula en la que diversos agentes en una relación de simbiosis en la que todas las partes se benefician, también las personas consumidoras y que permite superar el modelo de producir y consumir de manera lineal que resulta altamente insostenible. Con esta sencilla fórmula, además, se acaba con la obsolescencia programada y se evitan emisiones de CO2 a la atmósfera, gas que contribuye al calentamiento y cambio climático, y se mejora la relación entre la empresa y la persona que consume. No se puede obviar que la industria electrónica genera anualmente más de 40 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctrico-electrónicos (RAEEs) y este tipo de residuos es el que más crece a nivel internacional.
Emaús, junto con sus socios, inició este nuevo servicio “verde” en el año 2020 ofreciendo esta nueva fórmula de producción, distribución y consumo lineal de las lavadoras, haciendo la primera prueba en los centros de Fundación Matía. Un año después se puede afirmar que el modelo funciona, y por eso, se ha extendido a las televisiones. Si usted cuenta con un negocio en el que haga un uso intensivo de estos aparatos, puede mejorar su impacto social y medioambiental buscando ofertas circulares y sostenibles como esta.