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NOTA DE PRENSA
09/02/2022

 

• Irizar, grupo Gureak, Centro comercial Mendibil y Mondragon Unibertsitatea son las primeras entidades en adherirse a esta iniciativa piloto.

• En la CAE se recoge solo un 24,93% de la ropa que no se utiliza y tan solo un 14% se puede reutilizar en mercados locales.

 

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La empresa de inserción Emaús Gipuzkoa ha puesto en marcha un programa piloto de contenedores textiles en espacios privados, con el objetivo de aumentar las tasas de recogida de ropa en desuso potencialmente reutilizable. Irizar, grupo Gureak, Centro comercial Mendibil y los centros de Irun y Oñati de Mondragon Unibertsitatea han sido las primeras entidades en adherirse a la iniciativa.

El margen de mejora es importante, tanto en cantidad, como en calidad. Y es que según un reciente estudio realizado por moda re-, a través de los contenedores urbanos en Euskadi se recoge tan solo el 24,93% de la ropa que no utilizamos y que potencialmente se podría recoger y reutilizar. Cada guipuzcoano tira a la basura 4,57 kg de textiles por persona y año. Además, según la experiencia de Emaús, tan sólo un 14% de la ropa depositada puede ser reutilizada de forma local.

“La ciudadanía está cada vez más concienciada en el uso adecuado de los distintos contenedores y esto permite un mejor aprovechamiento de los residuos; en el caso del textil, para poder dar un uso posterior a las prendas que se depositan, es importante por ejemplo que la ropa vaya embolsada para protegerla y, si se trata de zapatos, deben ir unidos entre sí, ya que de lo contrario, en la fase de clasificación, va a ser muy difícil emparejarlos ”, explica Marian Parga, responsable de la línea textil de Emaús. Recuerda, además, que todo lo que se deposite en el contenedor, ya sea privado o en la vía pública, debe estar destinado a su reutilización, es decir, para que otra persona se la ponga.

Emaús cuenta ya con 186 contenedores instalados en la vía pública de diversas mancomunidades de Gipuzkoa y gestiona más de 1300 toneladas de textil al año. Las actividades relacionadas con la recogida, clasificación y preparación para la reutilización del textil dan empleo a 29 personas en el territorio. Con la instalación de contenedores en lugares privados, como empresas, universidades o centros comerciales, Emaús confía en mejorar el volumen y la calidad de la ropa recuperada. La organización espera un crecimiento significativo del volumen general recogido, debido a las medidas que incorpora la Ley de Residuos de España, aprobada por el Congreso el pasado 23 de diciembre. La norma contempla distintas medidas para la gestión de este residuo, como la prohibición de destruir excedentes textiles no vendidos o que, en 2025, al menos el 55% de los residuos domésticos, entre los que figura el textil, deberán ser preparados para la reutilización o el reciclaje.

 

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Marian Parga explica que a través de los contenedores en espacios privados, se pretende “facilitar la tarea de llevar la ropa al contenedor cuando acudes al centro de trabajo, a la universidad, o a realizar las compras al centro comercial, y crear unas condiciones que inviten a hacer un mejor uso de los mismos. Pensamos que de esta manera las personas van a depositar mayor cantidad de ropa en desuso, la van a depositar mejor, y van a ser prendas que se podrán reutilizar”. Emaús ha querido dotar de personalidad propia a los contenedores de esta iniciativa. Para ello, ha contado con la colaboración de distintos artistas locales que ha personalizado cada uno de ellos.

La entidad confía en que los resultados de esta experiencia piloto permitan extraer conclusiones para mejorar la recogida de ropa a nivel global, tras analizar las necesidades y motivaciones de públicos distintos. Así, se estudiará qué porcentaje de ropa se consigue reutilizar o reciclar, si hay diferencia entre los puntos de recogida públicos y los privados y también en el comportamiento de los diversos públicos que participan.

Este programa piloto se enmarca en una iniciativa de la entidad para potenciar el empleo de personas en riesgo de exclusión social a través de la economía circular, el proyecto “Emaús Gipuzkoa: una organización ambidiestra” financiado por CEPES, Confederación Empresarial Española de la Economía Social y el Fondo Social Europeo dentro de su Programa operativo de inclusión social y economía social.