Una lechuga, un tiesto y una revolución. Alicia Muñoz visita Emaús

Por Begoña Cabaleiro, Directora de Comunicación de Emaús Fundación Social Grupo.

Es muy fácil estar con ella. Y más fácil todavía enredarte en su cariño. Tiene 73 años, que nadie diría, llenitos de vida. Su mirada está cargada de curiosidad, alegría y sabiduría. La sonrisa ancha. Muy ancha.Tan ancha, como largo es su Chile natal. Ella es Alicia Muñoz. Mapuche. Una de las fundadoras de Anamuri, la asociación chilena de mujeres rurales e indígenas.

alicia muñoz

Bueno es Muñoz y no es mapuche, pero es lo que ella se siente. Es lo que sus facciones cuentan de ella. Ella que fue una niña campesina y que a día de hoy recorre sola y con soltura el mundo, acompañada de su tesón y la convición de alcanzar un mundo para las mujeres cargado de esperanza.

Alicia es una de esas mujeres que si tu coses, está cosiendo a tu lado mientras charla, si estás limpiando ella también se suma. Pero como una manera natural. Sin grandilocuencias, sin afectación. Como lo hacen las mujeres sencillas, con una sabiduría emocional profunda. Una mujer junto a otra y no frente a otra.

cosiendo

 Me quedo con el recuerdo en el que fluye entre recetas intercambiadas. Alicia, cuando narra, se disuelve en las palabras, en las cadencias para mezclarse con la  tierra, el clima, el bosque nativo y el agua. Fundidas como si fueran de la misma materia, el mismo secreto que pasa de generación en generación, entre risas y sonrisas. En armonía.

“Las papas nativas es un pudin que se hace desde muy antiguo”  Es muy fácil hay que poner a cocer las papas… y la musicalidad de los ingredientes zapallo, cochayuyo, camote, ngchon, una especie de espinaca y no más que una taza de leche” te llevan al rol sagrado de la mujer mapuche, que  a través de las semillas, de la tierra, de la alimentación de la familia mantiene una relación metafísica con la madre naturaleza, con ñuke mapu.

cocina vasco mapuche

Mientras la escucho pienso con horror todo lo esencial que sacrificamos en la carrera de correr en el día a día, en la vida cotidiana corriendo como pollos sin cabeza. Correr para trabajar. Correr para ir a comprar verduras acaso plagadas de herbicidas más o menos cancerígenos. Correr para malatender a la familia…Y frente a eso,…la musicalidad y el sosiego de “hacer un puré con las papas mezclando con zapallo camote cocido también y agregar algo de leche para hacerlo más cremoso. Luego tomar un atado de ngchon, cortarlo, poner a hervir unos 4 minutos y luego colar”.

Ahí frente a mí, Alicia Muñoz, Mapuche, es el símbolo del derecho a saber lo que comemos, el derecho a cultivar nuestros propios alimentos,…Y Alicia, como leyendo mis pensamientos asegura, que todo lo que estamos haciendo las mujeres, lo estamos haciendo bien. Que hemos sembrado mucho. Y que llegará el tiempo de recoger la cosecha

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